SE HA MARCHADO UN SEÑOR DEL FUTBOL

Bernardino Gallardo Mansilla 80 años, casado con Virginia Covarrubias, dos hijos: Hernán y Tatiana, cuatro nietos. Actividad laboral: profesor jubilado hace 13 años.

Bernardino Gallardo Mansilla se ha ido, un señor del futbol, uno de los jugadores más importantes que ha tenido el futbol amateur de Puerto Montt uno de los estandartes del Deportivo Lintz en los tiempos en que los jugadores se identificaban con su barrio y con su club. El “Nino “como cariñosamente lo nombramos nació con una pelota de futbol y hasta la fecha todavía jugaba por los senior en su otro club,  el Deportivo Magisterio.

Profesor normalista fue formador de muchas generaciones de deportistas y estudiantes en su querida escuela la numero 7 Arabe Siria, enclavada en el popular sector del Barrio Puerto. Hoy muchos niños, jóvenes y adultos lamentan su partida.

En mi libro, Deportistas Históricos, Patrimonio Inmaterial de la Región de Los Lagos escribí tu historia, porque has sido y seguirás siendo una figura del futbol de nuestra ciudad y de la zona.

Nino descansa en paz jugando futbol con los amigos que se han ido primero que nosotros.

Que Dios te reciba en su reino y bendiciones para tu querida señora e hijos   

 Actividad futbolística            

Mi inicio como futbolista fue a los 10 años, yo andaba siempre detrás de mi hermano que era mayor y cómo vivía cerca del estadio Lintz, mi mundo era jugar a la pelota, aunque a mi mamá no le gustaba por qué pensaba que me podía lesionar. Eran tiempos donde no había equipos de niños pequeños” relata Bernardino. De esta manera relata sus primeros pasos: “La primera persona que empezó a formar equipos de niños fue el señor Báez en el deportivo Lintz y ahí yo empecé a jugar y entrenar de forma seria, porque antes yo sólo jugaba ‘pichangueando’ en las calles. Mi trayectoria en divisiones inferiores fue corta ya que a los 17 años estaba jugando en la serie adulta de Lintz, en ese tiempo no había abundancia de jugadores que fueran zurdos y en el primer equipo había carencia de jugadores qué le pegaran con la zurda, entonces me hicieron debutar como puntero izquierdo. Los que jugaban en esa posición eran contados con los dedos: estaban Hernán Paredes y don Enrique París. Debuté a los 17 años en el equipo de toda mi vida, justo se lesionó Arnoldo Flores que jugaba en esa posición así que me hicieron debutar a temprana edad. Teníamos un gran equipo en el año 1959, salimos campeones invictos, había grandes jugadores como Mario Meersonh, Hernán Jara, Luis Chávez, Héctor Martínez, Gastón Molina, Waldemar Wiber, Adán Sánchez, ‘Coca leca’ Sanhueza, Arnoldo Flores, Después se agregaron Óscar Bahamonde, Jorge Ayala, Quilín Quintana.

 ¿Cómo era la implementación qué utilizaban para jugar y entrenar?    

Nosotros teníamos una pelota y lo único que pedíamos hacer era ir a jugar pichangas porque se presentaban 30 jugadores y todos practicábamos jugando, no podíamos realizar ningún otro tipo de entrenamiento, ya que era lo único que teníamos. De las canchas ni hablar, lleno de piedras y de barro cuando llovía. Si no había pelotas, jugábamos con balones de trapo de las medias usadas que le pedíamos a nuestras madres y que nosotros mismos fabricábamos y con ellas éramos felices. También jugábamos con pelotas 18 que tenían “pituto” y teníamos que esconderlo en la parte de arriba ya que de lo contrario al golpear el balón con la frente se hacían heridas y costaba mucho mejorar las heridas al cabecear. Yo vivía en la cancha, tiempo libre que tenía me iba de inmediato a jugar con los compañeros del barrio y eso me permitió conocer muy bien el terreno de juego. Luego para mí jugar ahí era cómo jugar en una cancha de pasto, ya que me la conocía de memoria. Una de las anécdotas de esa cancha fue que mi madre siempre iba a ver los partidos y cuando se sentaba en la tribuna mis hermanas que la acompañaban le pedían a la gente que no se sentaran delante de mi mamá, porque cuando yo jugaba ella hacía lo mismo que yo en la cancha y empezaba a chutear hacia adelante y casi siempre le pegaba al que estaba delante de ella. Otra anécdota es de la señora qué le decían la abuela Carreño, ella tenía una frutería y llevaba frutas a los jugadores, era una de las socias más entretenidas del Club, era hermana de los Carreño quienes también eran socios del Club pero ella era la más entusiasta ya que apoyaba todo el partido y hacía barra.                                                                                                                           ¿Cuántos años jugaste por Lintz?   

Estuve desde los 17 a los 40 años, más de 25 años, después jugué en el deportivo Tricolor pero ya no hacía lo mismo que cuando jugaba por Lintz, ya que me entregaba por completo por mi club.

¿Cuántos años fuiste seleccionado de Puerto Montt?     

Como 20 años, dónde viví momentos muy bonitos en compañía de gran cantidad de jugadores, ser seleccionado de Puerto Montt era un orgullo muy grande, era un objetivo mayor que yo lo deseaba desde niño.

¿Cuáles fueron los entrenadores que te dirigieron?  

En mis inicios don José Báez, después Hernán Jara, Luis García, don Mario Soto, el señor Green fue mi primer entrenador que me llamó a la selección a los 17 años y el más importante de todos: don Jorge Caballero.        

¿Qué recuerdas de la Copa Varmontt?  

Yo jugué dos copas Varmontt y dirigí una, ya que me hice cargo del equipo en la ciudad de Valdivia que fue la sede. Cuando fuimos a Valdivia nos encontramos que no teníamos entrenador, y en vista que no había nadie, los dirigentes me pidieron que me hiciera cargo del equipo…en ese momento yo no era tan importante en el equipo, porque yo creo que esa generación de jugadores ha sido la mejor que ha tenido el fútbol de Puerto Montt, y en vista de eso tomé esa responsabilidad. Los jugadores me querían y aceptaron todos que yo dirigiera, lo conversamos entre todos y manifesté que yo me hacía cargo pero ellos tenían que escucharme y hacer caso a todas las indicaciones que les entregara. Salimos campeones en Valdivia y mantuvimos los puestos que habíamos sacado de local cuando jugamos la primera versión en Puerto Montt en la cual Jorge Caballero -como entrenador- había sacado campeón al equipo de 19 Puerto Montt. 

La otra oportunidad en la que dirigí fue cuando la sede era en Puerto Varas. En esa oportunidad tuve que sacar a mi amigo Elías Vargas que estaba jugando bien, pero estaba muy acelerado y nos habría significado que lo expulsaran y no habríamos conseguido el triunfo. Cuando lo saqué, manifestó que estaba jugando bien pero tuve que decirle que se estaba jugando en Puerto Varas y podían ganarlo y lo que teníamos que hacer era jugar técnicamente más tranquilo y llevar el juego a lo que nos convenía, al final ganamos. El enojo de Elías finalmente se convirtió en alegría. Son recuerdos que se viven a través del fútbol, al final jugué dos campeonatos como jugador y 2 veces dirigí.

¿Qué fue Jorge Caballero para ustedes?      

Fue el primer entrenador profesional que tuvimos. Antes nosotros jugamos al fútbol con cariño, las personas que lo hacían, lo hacían por entusiasmo y nos trataban como hijos, pero los conocimientos de ellos eran limitados. Tuvimos con Caupolicán Peña un curso de iniciadores el cual nos permitió ver el fútbol desde otra perspectiva. Pero la persona que cambió nuestra manera de jugar y de ver el fútbol fue Don Jorge, el aparte de ordenarnos tácticamente nos hizo ver lo importante de la responsabilidad que uno tenía con el fútbol, pero lo más importante es que nos unió como grupo y nos convenció de que podíamos obtener resultados positivos.   

¿Qué recuerdos tienes de todos los años que jugaste en deportivo Lintz y en la selección de Puerto Montt?       

Yo no fui al fútbol profesional porque tenía determinado ser profesor, eran tiempos en los que el fútbol no daba para vivir y era una locura pensar que con el fútbol podría tener un buen futuro. El fútbol para nosotros siempre fue una forma de entretención y no una profesión.   

¿Pero tienes un recuerdo bonito de cuando jugaron contra Colo-Colo?     

Yo en ese tiempo era reserva de la selección porque había muchos jugadores de gran calidad, ese día me tocó jugar y fue una tarde espectacular donde a uno le salen todas las cosas, ya que a mí me conoce mucha gente por los dos goles que le hice a Colo-Colo y no por los años que jugué al fútbol. Esa selección la dirigió don Jorge Caballero y él planteó un partido de marca en todos los sectores y eso le complicó a Colo-Colo porque ellos estaban acostumbrados a una forma pausada y la manera cómo jugamos les sorprendió porque estábamos bien preparado físicamente y corrimos  hasta el final del partido. Nos ganaron 3 a 2 pero ellos mismo después del partido manifestaron que la actuación nuestra los había sorprendido.                   

¿Qué conclusión sacas de los niños que jugaban antes al fútbol comparados con los de ahora?    

La personalidad de los niños de ahora, ellos saben a lo que quieren jugar. Los tiempos han cambiado ya que los niños de ahora tienen posibilidades  que no tuvimos nosotros: las redes sociales, internet, televisión y pueden ver todos los partidos y eso aumenta su conocimiento como futbolistas.

Conocen a todos los jugadores de los diferentes equipos saben cómo juegan y les sirven de modelo, lo otro que es importante es la implementación: las canchas adecuadas, es muy distinto al tiempo nuestro, qué se hacía con entusiasmo e imaginación por la falta de recursos para jugar y aprender. Los jóvenes de antes eran diferentes en el compromiso que tenían con sus respectivos clubes y con el fútbol mismo, hoy en día eso se ve menos.

Por Sergio “Cocoliche” Mansilla